En México, el cáncer de cérvix ocupa el segundo lugar en mortalidad de la mujer, entre unas 4 mil y 6 mil muertes anuales. En el 99% de los casos este tipo de cáncer es causado por el virus del papiloma humano que es cien por cien prevenible a través de controles ginecológicos periódicos y estilo de vida saludable.
Es importante señalar que, según especialistas, de todas las mujeres que en algún momento de su vida han sido infectadas por el VPH, solo un 3% desarrollarán lesiones premalignas, y de este grupo, solo una pequeña minoría progresará a cáncer. Se estima que el 80% de las mujeres sexualmente activas van a entrar en contacto con el virus del papiloma en algún momento de su vida, sin embargo la inmensa mayoría lo eliminará de forma espontánea gracias a su sistema inmunológico.
Ante esta realidad, la posibilidad de que una mujer infectada por VPH termine desarrollando el cáncer de cérvix es rarísima. Cuándo ocurre esto es porque la prevención ha fallado. En este sentido la citología cervical periódica es muy efectiva en la prevención de este tipo de cáncer, aunque también existen otras estrategias posibles como a vacunación.
El desarrollo del cáncer cervical suele ser muy lento, comenzando con una afección precancerosa llamada displasia. Esta afección puede ser detectada a través de la citología y es 100% curable. En el caso que no sea detectada (por no ir a revisión, no presentar síntomas de alerta, etc.) pueden pasar años hasta que se desarrolle a la fase ce cáncer cervical.
La mayoría de las mujeres que se les detecta cáncer cervical no se habían sometido a citologías periódicas o, si se las habían hecho, no habían tenido un seguimiento tras obtener resultados anormales en sus citologías.
El virus del Papiloma humano son en realidad un grupo de más de 200 virus relacionados. De estos algo más de 40 tipos de VPH pueden transmitirse fácilmente por contacto sexual. Dentro de estos hay VPH de bajo riesgo, lo que quiere decir que no causan cáncer pero sí pueden causar verrugas genitales. En el 90% de los casos estas verrugas están originadas por dos cepas de virus, la 6 y 11.
Existen multitud de cepas o tipos diferentes de virus del papiloma humano (unos 200 virus relacionados) y solo unas pocas son las que pueden derivar en cáncer. Concretamente el 70% del cáncer cervical detectado está causado por solo dos cepas, la 16 y 18.
Otras de las cepas pueden originar verrugas genitales, son las cepas 6 y 11 causantes en el 90% de los casos de estas verrugas. Y la gran mayoría, no causa ningún problema al organismo siendo eliminadas por el sistema inmunitario.
Factores de riesgo
Existen distintos factores de riesgo que van a incidir en el desarrollo o no del cáncer de cérvix en al mujer. Entre estos factores de riesgo como el tabaco, consumir anticonceptivos orales de forma prolongada, relaciones sexuales con diferentes parejas sin protección o tener un sistema inmunitario deprimido por distintas patologías como la hepatitis, diabetes, etc.
El cáncer de cérvix es cien por cien prevenible y evitable, por lo que ninguna mujer debería morir por un cáncer cuya prevención es posible.
Por ello es importante dar visibilidad a este tipo de cáncer, con el objetivo de que todos los agentes sociales, desde paciente hasta responsables políticos y sanitarios trabajen conjuntamente a través de políticas públicas de concienciación del problema, junto con programas de prevención y detección precoz accesibles a toda la población.
Por último es fundamental que tras la detección de este tipo de cáncer, las pacientes tengan derecho al mejor tratamiento disponible que les asegure su derecho a la calidad de vida y al tratamiento paliativo abordado de forma disciplinar.