En México, de 2012 a 2015, fueron asesinadas 10 mil 10 mujeres; siete al día, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Información de Salud (Sinais). Pero ¿cómo son estas mujeres a quienes se les privó de la vida? La información de Salud nos permite asomarnos a la realidad nacional, pero también a la de los estados.
Lo primero que salta a la vista al analizar la información del Sinais (elaborada con los certificados de defunción de Salud, actas del registro civil y el cuaderno de defunciones del Ministerio Público) es que en el país una de cada tres mujeres fue asesinada en la vía pública, esto convierte a las calles en el sitio más peligroso para las mujeres.
Después de la vía pública el otro lugar donde más matan a las mexicanas es el hogar: 22.8 por ciento. Le sigue otro lugar (que en la estadística no está definido), con 17.6 por ciento y se ignora, con 15.4 por ciento.
La mayor parte de víctimas de homicidio en la vía pública eran solteras (42.6 por ciento) y una de cada cinco tenía de 26 a 40 años. Aunque a nivel nacional el grupo específico más vulnerable son las mujeres solteras de 18 a 25 años.
En cuanto a las mujeres que fueron asesinadas en sus hogares, la mitad (49.4 por ciento) vivía en pareja, es decir, su estado civil era casada o en unión libre, mientras que una tercera parte era soltera; y una de cada diez, viuda.
Los homicidios de mujeres ocurridos en la vía pública correspondieron a mujeres con estudios de bachillerato y superiores; en el hogar fueron de mujeres sin escolaridad. Es decir, entre más es el nivel de estudios existe una mayor probabilidad de que a las mexicanas las maten en la vía pública.
Los datos del Sinais también revelan que 39 por ciento de las víctimas “no trabajaba”, aunque este criterio quizás se deba a que se dedicaban al trabajo del hogar no remunerado o a que estaban estudiando. A nivel nacional, una de cada tres víctimas se empleaba en servicios personales y vigilancia y otro 7.7 por ciento al comercio.
¿Qué pasa en los estados?
En los estados se viven realidades distintas. Por ejemplo, en Chiapas, Ciudad de México, Hidalgo, Puebla, Querétaro y Quintana Roo, la mayor parte de los homicidios de mujeres ocurren en el hogar. Mientras que en Guerrero, Morelos y Tamaulipas los homicidios de mujeres en la vía pública sobrepasan el promedio nacional.
Las edades, estados civiles y ocupaciones de las víctimas de homicidio también varían de entidad federativa a otra. En algunas se sigue la tendencia nacional de que son las mujeres de 26 a 40 años las principales víctimas, pero en Oaxaca el rango de edad se eleva y en Chihuahua disminuye; mientras que Tlaxcala es la entidad donde más asesinan a niñas de 0 a 11 años.
El Estado de México se convirtió en una de las entidades más violentas y peligrosas para las mujeres, seguido por Coahuila y Guerrero. Pero a partir de 2013, entidades como Puebla y Baja California pasaron de estar en los últimos lugares a los primeros.
Los homicidios de mujeres nos importan
Del total de homicidios del país, nueve de cada diez corresponden a hombres y sólo un 12 por ciento de los casos es de mujeres. ¿Por qué entonces analizar los asesinatos de mujeres? Porque 95 por ciento de los homicidios, no sólo en México sino en el mundo, son perpetrados por hombres, de acuerdo con el Estudio mundial sobre el homicidio 2013, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Esto casi en consecuencia vuelve a las mujeres víctimas y, según el estudio antes mencionado, la gran mayoría de victimarios son personas cercanas a las mujeres, como sus compañeros íntimos y sus parejas.
En México a partir de 2012 el Código Penal Federal considera como feminicidio los asesinatos de mujeres donde el homicida tenga o haya tenido alguna relación de sentimental, afectiva o de confianza. Aunque ésta no es la única causal, también contempla cualquier signo de violencia sexual; lesiones o mutilaciones degradantes, así como actos de necrofilia; antecedentes de violencia familiar, laboral o escolar; si hubo amenazas, acoso o lesiones previas al homicidio; si la víctima fue incomunicada antes de la privación de la vida, y si el cuerpo de la víctima es expuesto o exhibido en algún lugar público.
Bajo este criterio 385 de los homicidios reportados en el Sinais como homicidio se considerarían casos de feminicidio, ya que se documentó violencia familiar previa. Los estados que acumulan más casos son: Estado de México (58), Colima (37), Guanajuato (23), Ciudad de México (20), Puebla (20), Veracruz (17), Coahuila (16), Michoacán (16) y Oaxaca (16).