Según la OMS la adolescencia es el periodo en la vida de una persona que comprende entre los 10 y los 19 años. Un estudio ha revelado que una de cada cinco mujeres en el mundo es madre antes de los 18 años.
La edad idónea para ser mamá, según los profesionales, es la comprendida entre los 20 y los 35 años. Las adolescentes no están preparadas ni física ni mentalmente para ser madres.
Un embarazo en la adolescencia suele ser provocado por la falta del uso de métodos anticonceptivos cuando se mantienen relaciones sexuales. Cada vez se mantienen relaciones sexuales a edades más tempranas y utilizan drogas o alcohol para poder desinhibirse. (en este post sólo hablamos de relaciones consentidas)
Un embarazo en personas tan jóvenes conlleva un riesgo durante el embarazo y el parto, no solo para la madre si no también para el bebé. Pero no sólo existen unas consecuencias físicas si no también implicaciones psicológicas, familiares, sociales, económicas…
En muchas ocasiones las chicas que tienen bebés son tan jóvenes que no logran adaptarse a la nueva situación, es muy importante sentirse apoyada ya sea por la familia o por la pareja de la joven, porqué tienen miedo a sentirse rechazadas socialmente.
En el mercado laboral existe una discriminación para las mujeres que son madres, tienen menos oportunidades por su situación, además muchas abandonan sus estudios por lo que su nivel académico no es el idóneo.
Es muy importante tener una buena educación sexual para evitar los embarazos en la adolescencia que en la mayoría de los casos se convierten en embarazos no deseados.
Siempre que se mantengan relaciones sexuales se tienen que utilizar métodos anticonceptivos, no sólo para protegernos de un embarazo no deseado si no también del contagio de enfermedades de transmisión sexual.
La clave está en prevenir y educar para que los jóvenes tengan un comportamiento más responsable a la hora de mantener relaciones sexuales.