Desde hace años se lleva investigando sobre la anticoncepción masculina, sin embargo ninguno ha llegado a comercializarse finalmente entre otras cuestiones por el desinterés de las farmacéuticas ante las expectativas de la poca demanda que pudiera tener la anticoncepción masculina.
En esta ocasión la píldora que se está desarrollando, aún en fase experimental, se compone de la combinación de dos acciones hormonales como son la reducción de la producción de esperma y preservar la libido.
El estudio se ha realizado a 40 hombres sanos, ha sido llevado a cabo en el Centro de Ciencia Clínica y Traslacional del Instituto de Investigación Biomédica de Los Ángeles (LA BioMed) y la Universidad de Washington. Del grupo inicial, diez de los participantes recibieron un placebo diariamente con alimentos durante 28 días y los otros treinta tomaron la píldora anticonceptiva en diferentes dosis: catorce tomaron 20 miligramos y 16 tomaron 400 miligramos.
El grupo de 28 participantes que tomaron el anticonceptivo, redujo el nivel promedio de testosterona equivalente a la deficiencia de andrógenos, sin experimentar efectos secundarios de importancia, algunos manifestaron efectos secundarios leves como fatiga, acné o dolor de cabeza. Solo 5 de los 28 participantes informaron de una tenue disminución del deseo sexual y otros 2 describieron una disminución eréctil leve, pero sin reducción de la actividad sexual.
Tras suspender el tratamiento, los efectos de la píldora desaparecieron.
Según la investigadora principal del estudio, Christina Wang, los 28 días que duro el tratamiento en el estudio es un periodo demasiado corto para observar la supresión optima del esperma, por lo que se plantean estudios en periodos más largos. Si se demuestra la efectividad de la píldora, el siguiente paso será probarlo en parejas sexualmente activas.
Según Wang, la anticoncepción masculina hormonal segura y reversible podría estar lista en unos diez años.