Naisseria meningitidis: esta enfermedad de transmisión sexual también llamada meningococo, puede causar una meningitis invasiva, una infección que puede resultar mortal para el cerebro y las membranas protectoras de la médula espinal.
Actualmente entre un 5 y un 10 por ciento de personas adultas presentan esta bacteria en boca y garganta. Según los estudios parece que las vías de transmisión y contagio podrían ser sexo oral, besos profundos u otro tipo de contactos íntimos.
Se han dado brotes de formas invasivas de esta enfermedad en hombres homosexuales y bisexuales en Europa, EEUU y Canadá. Actualmente existen cinco tipo de N. meningitidis las cuales son responsables de la mayoría de infecciones.
Para su tratamiento existen dos vacunas, que de forma combinada, ofrecen cierta protección.
Mycoplasma genitalium: esta bacteria resulta especialmente preocupante como infección de transmisión sexual. Principalmente porque se cada vez se hace más resistente a los antibióticos.
Actualmente está presente entre el 1 y 2 por ciento de la población mundial, teniendo más prevalencia en adolescentes y jóvenes adultos.
En muchas ocasiones esta bacteria puede ser asintomática pero en ocasiones es la causante de irritación en uretra y cuello uterino por lo que puede ser confundida con la clamidia y gonorrea.
Shigella Flexneri: es una bacteria que se trasmite a través del contacto directo o indirecto con las heces humanas. Especialistas piensan que las vías de transmisión es por sexo anal y oral.
La principal preocupación sobre esta bacteria es que se está volviendo resistente a los antibióticos por lo que se recomienda evitar la medicación y dejar que la Shigella finalice su ciclo de infección que suele ser limitado.
Linfogranuloma venéreo (LGV): en los últimos diez años esta infección de transmisión sexual es cada vez más común en Europa y América del Norte, especialmente entre hombres que tienen sexo con hombres.
El LGV puede producir infecciones muy severas que empiezan con un grano, ampolla o úlcera genital temporal para luego invadir todo el sistema linfático del cuerpo.
Es importante terminar recordando que el uso de condones durante el sexo, ya sea oral, vaginal o anal, reduce el riesgo de contraer cualquier infección sexual por lo que se recomienda siempre para practicar sexo seguro y responsable.