El Viceprimer ministro de Polonia, Jaroslaw Gowim, ha afirmado que las protestas contra la penalización del aborto han sido “una lección de humildad para el liderazgo el país” y que no habrá “prohibición total”. El también ministro de Ciencia y Educación afirmó que "no se aprobará un proyecto de ley que prohíba el aborto en los casos en que la mujer sea víctima de violación o cuando esté en peligro su vida o su salud". Además, valoró como positivas la intención de las/os protestantes.
Stanislaw Karczewski, presidente del Senado, también manifestó que se tomarían en serio las reivindicaciones del “lunes negro” y que se paralizaría la comisión de trabajo sobre el tema, si bien se trabajará en el parlamento.
El pasado 3 de octubre (el denominado “lunes negro”) miles de mujeres salieron a la calle. Con los lemas #BlackMonday y #CzarnyProtest las redes sociales de países como México, España, Francia y Reino Unido hicieron palpable el apoyo internacional. La huelga también fue masivamente secundada, no sólo en los empleos remunerados y en las aulas, también en el trabajo reproductivo. Siguiendo el ejemplo de las mujeres irlandesas en 1975, muchas mujeres no realizaron las tareas domésticas el pasado lunes. La sociedad polaca ya había salido a la calle el sábado. Y ha funcionado.
Reivindicaban que el aborto no se prohibiera en todos los casos, ya que en Polonia, un país de mayoría católica, la interrupción del embarazo sólo está despenalizada cuando la mujer corre peligro, en casos de violación e incesto o deformación fetal grave. Así lo contempla su ley de 1993.
El grupo ultraconservador “"Stop Aborcja", tras recoger 450.000 firmas había conseguido presentar una iniciativa a través del partido Ley y Justicia (PIS), que se admitió a trámite el pasado 23 de septiembre. Aunque “Salvemos a las mujeres” también presentó una propuesta con el Partido Campesino para permitir el aborto libre hasta las 12 semanas, no se aprobó.
La normativa sobre el aborto de Polonia ha sido impugnada ante el TEDH (Tribunal Europeo de Derechos Humanos) y hasta en 3 ocasiones se advirtió de que los obstáculos para el aborto seguro eran inaceptables (inclusive el caso de una joven de 14 años que había sido violada).
Las cifras oficiales apuntan a que sólo hay 1.000 interrupciones del embarazo al año en Polonia, pero organizaciones no gubernamentales advierten que la cifra ascendería a más de 150.000. La Directora de la Federación de Mujeres y Planificación Familiar denuncia: “Actualmente los médicos temen practicar abortos legales”. Y es que de aprobarse la propuesta del PIS, tanto las mujeres como las/os profesionales podrían cumplir 5 años de cárcel, a menos que esperen a que la embarazada corra riesgo de muerte inminente.