Existen distintos tipos de cáncer ginecológico, en muchas ocasiones son cáncer que inician su desarrollo de forma asintomática o cuyos síntomas son confundidos con otras dolencias. Es por ello que la prevención y las revisiones ginecológicas periódicas para una detección precoz se convierten en la mejor estrategia para salvar vidas.
El cáncer ginecológico es uno de los ámbitos de la oncología que más ha evolucionado, tanto en el diagnóstico, como en los tratamiento. Hoy conocemos que en muchas ocasiones este tipo de cáncer tiene un factor genético que puede aumentar las probabilidades de padecerlo, otras veces no es así , por lo que debemos ser conscientes de que ante cualquier molestia, alteración de la menstruación, dolor abdominal anormal, etc. Es importante acudir al especialista para prevenir. Sin olvidar las revisiones periódicas que son tan importantes.
Tipos de cáncer ginecológico:
Este tipo de cáncer tiene una incidencia elevada. Es el sexto más frecuente en la mujer a nivel mundial , con unos 205.000 nuevos casos al año. En México, se reportan anualmente más de 2.500 nuevos casos, ocupando el tercer lugar de los cánceres ginecológicos.
El cáncer de ovario se diagnostica mayoritariamente en mujeres entre lo 40 y 50 años, aunque su nuero también es significativo en mujeres de menor edad.
Suele presentarse en forma de carcinoma epitelial, en las células de la superficie del ovario. A veces manifiesta síntomas en etapas avanzadas y , cuando el tamaño del tumor es pequeño no existe ningún marcador tumoral para hacer diagnóstico. Sin embargo otras veces pueden presentar síntomas que nos ayuden a su detección precoz como : incomodidad gastrointestinal (GI) ligera, presión en la pelvis, dolor, inflamación del abdomen, pérdida de peso, etc.
El cérvix o cuello uterino es la parte inferior del útero, que forma el canal que conecta con la vagina. Este tipo de cáncer suele aparecer en la zona que une el ectocervix y endocérvix,
Este tipo de enfermedad tiene un componente genético muy elevado y suele presentar una menor incidencia en mujeres que han tenido varios embarazos.
Algunos de los síntomas que pueden aparecer asociados al cáncer de útero serían: sangrados sin tener la menstruación flujo vaginal abundante y con sangre o sangrado durante las relaciones sexuales con penetración.
La causa principal de este tipo de cáncer es el virus del papiloma humano (VPH) cuya vía de transición mayoritariamente es sexual, por lo que se recomienda usar preservativo.
En México desde el 2006 el cáncer de cuello de útero es la segunda causa de muerte por cáncer de la mujer. En el año 2014 se registraron 3,063 casos nuevos de tumores malignos del cuello uterino con una tasa de incidencia de 6.08 por 100,000 habitantes mayores de 10 años. En mujeres de 25 años y más, se registraron 4,056 defunciones con una tasa cruda de 11.9 defunciones por 100,000 mujeres y un promedio de edad a la defunción de 59.15 años.
El diagnóstico precoz en este cáncer es esencial y está muy desarrollado gracias principalmente a medidas preventivas efectivas como: uso del preservativo, citología cérvico-vaginal con los test de detección para el virus del papiloma humano ( prueba Papanicolaou) que se puede pedir en las revisiones ginecológicas.
Uno de los síntomas que pueden aparecer es el sangrado en las relaciones sexuales con penetración o irregularidades en la menstruación.
Este tipo de cáncer no es tan frecuente como los anteriores y tiene un importante componente genético. Dentro de este tipo de cáncer existen diferentes tipologías como son:
Los síntomas que pueden relacionados que pueden aparecer son: sangrado no relacionado con la menstruación, dolor al orinal, aparición de un bulto en la vagina o dolor en la pelvis o al espalda.
Es un tipo de cáncer poco frecuente, que afecta sobre todo a la zona de los labios vaginales mayores. Tiene una evolución lenta . Los síntomas y aspectos a tener en cuenta serían: haber tenido una infección de VPH, bultos en la vulva o pequeñas masas extrañas tipo verrugas, con color diferente, padecer picazón o molestias en la zona de vulva y sufrir sangrados anormales.
Para terminar, recordar siempre que la prevención es la mejor solución. Es importante acudir a revisiones ginecológicas periódicas y acudir al especialista ante cualquier molestia por pequeña que sea.