El Virus del Papiloma Humano, es la infección de transmisión sexual más prevalente en el mundo. Afecta tanto a hombres como a mujeres, existiendo más de 100 tipos de virus del Papiloma humano.
La gran mayoría de los tipos de VPH que existen son inofensivos, es decir, aparecen y desaparecen espontáneamente sin ocasionar daños. De hecho, casi todas las personas sexualmente activas se contagian con el VPH en algún momento de su vida. Es un virus que no suele presentar síntomas, por lo que las personas generalmente ni siquiera saben que están infectadas.
Sin embargo, existen algunos tipos de VPH (unos 20) capaces de causar enfermedades en el ser humano, especialmente en el área genital.
• Dos tipos de VPH (los tipos 6 y 11) pueden provocar daños benignos, como son las verrugas genitales o condilomas acuminados. Son VPH de bajo riesgo ya que no provocan problemas graves de salud y no provocan cáncer.
• Aproximadamente una docena de VPH son considerados de alto riesgo ya que pueden provocar cáncer. De estos, los tipos 16 y 18 son los causantes de la mayoría de casos de cáncer. El cáncer cervical es el tipo de cáncer más común asociado al VPH pero el VPH también puede causar otro tipo de cáncer como el de vulva, vagina, pene, ano, boca y garganta.
El VPH se contagia por contacto piel a piel, cuándo se tienen sexo con una persona infectada. La transmisión se produce cuándo la piel o mucosas de la vulva, vagina, cuello uterino, pene o el ano entra en contacto con los genitales, boca o garganta de otra persona. Puede transmitirse incluso sin que exista eyaculación o el pene penetre en la vagina, año o la boca.
Existen ciertas conductas de riesgo, fundamentalmente mantener relaciones no protegidas, sin preservativo.
El uso del condón en las relaciones sexuales está asociado con una menor transmisión del VPH . Sin embargo esta protección del condón, aunque necesaria, no es completa ya que pueden existir zonas no cubiertas por él que ser infectadas por el virus.
La forma de prevención más eficaz son las revisiones periódicas a través de las citologías vaginales o Papanicolaou. También la vacuna de VPH puede ayudar a prevenir la enfermedad.
La mayoría de personas que tienen VPH no presentan síntomas ni problemas de salud asociados. Por eso son importantes los chequeos regulares para detectarlo a tiempo.
Existen casos en los que el cáncer cervical se puede prevenir al detectar cambios anormales en las células que, de no tratarse, podrían convertirse en cáncer . Este tipo de prueba es conocida como Papanicolaou o citología vaginal.
No existe tratamiento para el virus, ya que no existe cura para el VPH. Como hemos señalado, en la mayoría de casos las infecciones aparecerán y desaparecerán por si mismas. Si no es así, existen tratamientos para los problemas que el virus pueda causar. Se tratan las lesiones en los tejidos producidas por el virus (conización del cuello del útero) o se aplica un tratamiento quirúrgico en el cáncer de cuello, de vagina o de vulva.
Aunque el VPH no tiene cura existen medidas preventivas muy eficaces para que la persona se mantenga sana y protegida.
• Revisiones periódicas para detectar posibles lesiones, ya sean benignas como verrugas genitales o malignas.
• Vacunas que pueden prevenir los tipos de VPH de alto riesgo y aquellos que causan verrugas genitales.
Las vacunas contra el VPH se suministran mediante inyecciones. Pueden ser aplicadas a personas entre 9 y 26 años. Siendo la edad recomendada entre los 11 o 12 para menores (sobre todo las niñas).
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