La interrupción del embarazo está permitido en Polonia cuando el embarazo es el resultado de una violación o un incesto, si la vida del feto está en riego o si hay una grave amenaza para la salud o la vida de la madre.
Polonia tiene una de las leyes más restrictivas europeas contra el aborto, el partido conservador quiere prohibir la mayoría de los casos en los que sí esta permitido el aborto.
El motivo de la marcha es luchar contra el proyecto de ley que se admitió a trámite por la Cámara Baja en Enero que busca prohibir el aborto en los casos en los que el feto presente una enfermedad irreversible, malformaciones o síndrome de Down.
Buscan endurecer las penas para aquellos médicos que practiquen la interrupción legal del embarazo, quieren imponer penas de cárcel para aquellas mujeres que aborten e incluso, van más allá pidiendo una investigación para los casos de abortos naturales.
La propuesta de “Stop Aborcja” solo permite el aborto para los supuestos en que la vida de la madre corra peligro o que el embarazo sea resultado de violación o incesto.
La mujeres polacas no se quedan quietas y luchan para decidir sobre su cuerpo, uno de los lemas de la manifestación era “No queremos que ni políticos ni curas vengan a decirnos qué hacer con nuestro cuerpo”.
El 90% de la población polaca se declara católica, por lo que hay que combatir contra una Iglesia con mucho poder en Polonia.
Aunque en la actualidad se puede interrumpir el embarazo en ciertos casos, hay médicos que se niegan a llevarlo a cabo e incluso quieren convencer a la mujer para que no lleve a cabo.
Las feministas están movilizando al resto de mujeres y tienen un lema claro “Mi cuerpo, mi decisión”, están movilizando a un país influenciado por un Gobierno conservador Ley y Justicia que intentan atentar contra la salud reproductiva de las mujeres polacas.