En México, solo es legal el aborto en todo el país bajo el causal de violación. De las 32 entidades de México, Ciudad de México fue la primera entidad de despenalizar el aborto hace más de una década (2007), no fue hasta 2019 cuándo al calor de la marea verde por el derecho a decidir, que Oaxaca aprobó el aborto legal hasta la semana doce de gestación, convirtiéndose en la segunda entidad del país en despenalizar el aborto. A partir de aquí, en 2021 distintos estados han ido legislando para que las mujeres puedan acceder a abortos legales Veracruz, Hidalgo, Baja California y recientemente Colima.
Un paso también muy importante ha sido el fallo histórico emitido por la Suprema Corte de la Justicia de la Nación, que en septiembre de 2021 reconoció el derecho a decidir y declaró inconstitucional penalizar y criminalizar el aborto en las primeras semanas de gestación.
Este fallo también provocó la abolición de la penas de prisión, de uno a tres años, para las mujeres en el estado de Coahuila.
Estos logros no se pueden entender sin la presión social y política que desde los movimientos en defensa del aborto legal y seguro están recorriendo México y América Latina. Una red que ha tejido distintas estrategias de movilización y presión para que el derecho a decidir de las mujeres sea una realidad en México.
En este sentido, a dos años de la despenalización del aborto en Oaxaca, el acceso real a la ILE presenta aún distintos obstáculos ya que los prejuicios y el estigma que rodea a este procedimiento médico está muy presente en el sector de salud y en los profesionales que siguen poniendo trabas a las mujeres.
En el resto de estados, aún quedan por establecer de forma clara los protocolos de atención a las mujeres que deciden acceder una aborto. Por lo que su puesta en marcha está aún pendiente.
Es importante para seguir trabajando en iniciativas que avancen en el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos en las diferentes entidades del país, pero conjuntamente hay que promover un cambio social para desmontar el estigma y los prejuicios que rodean la práctica del aborto, para que el derecho a decidir de las mujeres se convierta en una realidad en todo México.