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La salud sexual según la OMS- Organización Mundial de la Salud, se define como el estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad. Consideramos que para tener y disfrutar de una buena salud sexual es necesario tener relaciones sanas, consentidas y desde el respeto mutuo. Un sexo que se practique de forma segura y con protección, sin coacciones.
A continuación os señalamos algunos aspectos importantes a tener en cuenta para mejorar nuestra salud sexual.
Practicar ejercicio mejora nuestro estado físico y también mental, llevar una dieta equilibrada, no consumir sustancias dañinas como alcohol o tabaco. Son hábitos que nos generan endorfinas y nos permiten poder disfrutar de forma más plena nuestra sexualidad.
Considerar que nuestro cuerpo es nuestro aliado, que debemos cuidarlo y para ello es importante conocerlo y aceptarlo. El autoconocimiento erótico y sexual, aumenta nuestra autoestima y nos ofrece información sobre lo que nos gusta o no, cómo disfrutarnos solas o con pareja, facilitando así las relaciones sexuales con otras personas.
A mayor comunicación con la pareja se corre menor riesgo de tener relaciones sexuales en las que existan situaciones incómodas. Tener libertad para poner tus límites, conocer y comunicar las preferencias o gustos sexuales respetando las decisiones de la otra persona, permite mantener relaciones sexuales en un espacio de libertad y confianza que nos ayudarán a que sena más satisfactorias y placenteras.
La falta de educación sexual hace que aspectos esenciales en la vida de las personas, como el sexo y la sexualidad, sean temas invisibilizados y rodeados de tabús que son vividos con vergüenza.
Por ello es importante normalizar la sexualidad de las personas como parte fundamental de su ser, que nos acompaña a lo largo de todo nuestro recorrido vital, desde que nacemos hasta que morimos y que debemos informarnos y vivirla de manera responsable.
No existen reglas mientras exista consentimiento y nos sintamos cómodos por ambas partes. Esto no está reñido con cuidarnos y cuidar de nuestra pareja, través de actitudes responsables y protegidas.
Necesario incorporar el condón dentro de la relación sexual como un elemento de protección básico que nos proporciona tranquilidad, relajación durante la práctica sexual y por lo tanto solo nos tenemos que preocupar del disfrute y el placer.
