Es importante tratar la sequedad vaginal, sobre todo cuando va acompañada de otros síntomas, porque pueden favorecer la aparición de infecciones con el tiempo.
Lo primero que debes hacer es consultar a tu ginecólogo. A veces el tratamiento es sencillo porque hay cremas hidratantes que pueden ayudar a que la mucosa vaginal retenga más agua. También puedes sentir falta de lubricación y dolor durante las relaciones sexuales. En estos casos puedes emplear geles o cremas lubricantes, que ayudan a disminuir la fricción durante la penetración.
Cuando la sequedad de la vagina es por el descenso de estrógenos, se puede recurrir a la terapia hormonal que por lo general suele ser con aplicación local de estrógenos, en dosis son muy bajas
Existen otros tratamientos como la aplicación del láser o del plasma rico en plaquetas, que son útiles para los casos más difíciles porque ambos ayudan en la regeneración de los tejidos y mejoran la irrigación sanguínea local.
Se lleva a cabo de forma ambulatoria. Generalmente, es necesario realizar tres sesiones para obtener resultados, aunque depende de cada caso. Su aplicación estimula la formación de colágeno, mejora la lubricación y el tono del canal vaginal. Sus efectos suelen durar unos 12 meses.
Se lleva a cabo a partir de una muestra de sangre que se obtiene de la propia mujer. Este tratamiento revitaliza la piel de la zona vaginal, aumenta la lubricación y disminuye el dolor en las relaciones sexuales.
Este tipo de tratamiento se emplea sobre todo en mujeres que se acercan o se encuentran en la etapa de la menopausia.
Los resultados se empiezan a notar en un par de semanas. Los beneficios se mantienen entre 6 y 12 meses.